lunes, 15 de agosto de 2011

Consecuencias teratogénicas a grandes exposiciones a un Rivera.







Si tuviese varias decenas de dedos, no hubiese perdido la cuenta del último fin de semana que se podría considerar que "descansé". Claro que estamos en pleno brainstorming respecto a donde podríamos ir de Luna de Miel, pero gracias a mis tres poderes de veto, Fukushima está fuera de la mesa de negociaciones, por lo que podemos concluir que el número sería "incontable" utilizando el sistema matemático de falanges o "ataditos".


Pero de vez en cuando, alguna que otra juntada con un grupo de desequilibrados mentales, emocionales y hormonales como estos, me saca de la rutina de comprar cosas que no necesito por Internet en forma compulsiva.

Mariela Durante convoca en mi Muro. No pasa demasiado tiempo hasta la confirmación del resto del cast de Glee que suele atender a estos eventos. La sede sería Casa Rusia, como suele ser por lo que solo quedaban los detalles de quien traía una cerveza, quien proveía de los forros y quien de la heroína y las agujas.

Como los asaltos de los 80's, pero con menos papitas y más chizitos.












































Cada uno vive su vida. Mi sierva Mariela me va a comprar bombachas (no se si es mi sierva, mi vieja, o Papá Noel pobre), Rodrigo Ferre cumple con su papel de soportar a Mariela Durante y alargar su vida tratando de que no le pongan dos tiros en la nuca en forma precipitada, Ayax sufre y junta miseria para contar en la reunión, Marcelo Rivera sigue siendo un inútil y yo trabajo muy duro como un esclavo, páguenme dinero.




JUEVES

El día jueves nos vamos anticipando en la agenda para poder llegar al sábado con la casa limpia y provista de los materiales necesarios para recibir gente. Por ejemplo, sombreros. Por algún motivo siempre alguien termina con algún sombrero puesto, lo que nos lleva a una interrogante aún más interesante: por que tengo tantos sombreros?



Había sacado entradas para ver "Linterna Verde: Los Guardianes del Univerzo!" (leer con Z y en gallego, con tonito de "joder!" implícito al final).

Ese día saldría del trabajo para apersonarme al Abasto y disfrutar de una película que odio por principio.

Mi hijo? se sentó en el cine y contó el final de la película a los gritos en los primeros 30 segundos.



- "DONDE ESTÁ SINIESTRO, DIGO SINESTRO? VA A APARECER CON EL ANILLO AMARILLO? PORQUE EL ES EL MALO, YO LO VI EN LA PROPAGANDA CON EL ANILLO VERDE, ACA ES CUANDO ERA BUENO ANTES DE QUE CONSIGUIERA EL ANILLO AMARILLO Y SE VOLVIERA MALO?"



- "QUIEN ES ESE?" (Parallax) "AH, ESE ES EL QUE LE ROBA "LOS ESQUELETOS" A TODOS? ES AMARILLO PORQUE DE AHI HACEN EL ANILLO AMARILLO QUE VA A USAR SINESTRO CUANDO SE VUELVA MALO?"



- "CUANTO FALTA PARA QUE SINESTRO SE PONGA EL ANILLO AMARILLO Y SE HAGA MALO?"

Claramente para el chico, Sinestro es el centro del universo y la fuente de todo conocimiento.




No solo te acabo de spoilear a vos también la película, pero... jodete. Eso. Si creías que Sinestro era un GL entonces estabas atrasado una vida y media o ya sabías que fue un amarillo. Así que te lo mereces de cualquier manera.

PUTO!







Bueno, prosigamos.

Ese día llegamos a casa luego de la película y el niño estaba decaído. Se tira en mi cama y de la nada hace casi 40 grados de fiebre.
Se lo medica y se lo hace faltar al otro día al colegio.

Terminamos el día como se pudo, tarde, con pocas horas de sueño y la casa hecha un campo de batalla.


VIERNES:


Llega el viernes, otra vez al trabajo. Ambos tuvimos un día particularmente duro en nuestros puestos (sin contar que Rivera se contagio de algo y también cayó con fiebre haciéndose aún MAS inútil) y todo terminó nuevamente tarde y con la casa sin tocar. Ahora había una guerra civil entre las medias de Marcelo y los soretes del balcón. Nosotros estábamos en tierra neutral arriba de la cama, aunque estábamos empezando a ser invadidos por remeras y calzones que se negaban a retirarse al lavarropas. La situación en el frente se estaba poniendo cada vez más sangrienta.



Si, estábamos a esa altura del mes encima.



SABADO:


El sábado nos encuentra con un sol cálido y lleno de expectativas.

Yo había sacado entradas para ver Capitán América con el niño, ya que no me dejaba de romper las pelotas con ello. Teníamos que hacer tiempo hasta que su padre pasara por el a la noche.

El plan era simple: levantarse temprano, limpiar, cocinar, limpiar, ir al cine, volver, preparar el bolso para el niño, limpiar, proveer el hogar y recibir gente.



Lo que sucedió fue: no me pude levantar hasta las dos de la tarde, para cuando lo hice (luego de dos tazas de café intravenosas cortesía de Rivera), puse al pequeño retoño a remojarse las pelotas en la bañera, me bañé yo, me tiré ropa encima y salí corriendo a tomar un taxi para llegar a comer algo en 20 minutos y a ver la película.


La casa había sido declarada un Estado independiente por parte de las bolas de pelo de los animales en una alianza con las pelusas de ombligo, el polvo y las bolsas de consorcio posteadas en el hall de salida.


Llegamos al shopping y como todos saben (?) estoy a dieta, así que fui a buscar un menú light mientras el pequeño ruso degustaba una hamburguesa. Todo a velocidad absurda.

De allí, al cine, no sin antes tener un ataque de pánico.

No, no mío. Por que siempre asumen que TODOS los problemas psicológicos los tengo y... ok, no importa. Pero esta vez no fui yo.



Hace unas semanas Dante recibió un juguete. Al sacar todo de la caja, encuentra una cosita plástica que no podía identificar. Le aclaro el panorama comentándole que era una alarma y para que servía.

Entró en pánico. Cuando le iba contando que eso estaba escondido en los juguetes para que si los chicos se lo llevaban sin pagar, una alarma con luces y sonidos los identificaran en la puerta y la policía los apresara metiéndolos en la cárcel con el resto de los ladrones, dejó de dormir.



Si, soy una hija de putas. Pero el chico parecía estar creciendo sin mayores traumas. Era hora de darle normalidad a su vida y asignarle un par. Para eso estamos los padres.



Así fue como no quería cruzar el umbral del cine con una bebida perteneciente a otro expendio de comidas. No quería que pensara que "se la había robado" y lo metieran preso. Luego de explicarle varias veces que así no era como funcionaba las cosas y que no entre en razón, le tiro la gaseosa al carajo y le compro otra dentro.

Ahora sí, todo contento, se da vuelta y me dice "ves? cuesta un poco, pero hay que hacer las cosas bien".

Una de las tantas veces que el con sus lecciones de moral, se volvió a salvar de que lo cague a patadas en el culo.







Llegamos al cine, justo empieza la película y acá es cuando tienen que saber que yo se tanto de Capitán América como de poesía francesa del siglo XVII...



- "OIA, QUE ES ESO? EL ESCUDO DE CAPITAN AMERICA! ESTA CONGELADO! SERÁ QUE SE MURIÓ LUCHANDO CON CALAVERA ROJA?"



- "DONDE ESTA CALAVERA ROJA? CONTRA QUIEN VA A LUCHAR? CONTRA CALAVERA ROJA, NO?"



- "HYDRA NO ERA ESE BICHO QUE VIMOS EN LO DE PERCY JACKSON HOY? VAN A APARECER ACA TAMBIEN, NO?"



- "Y CALAVERA ROJA?"



- "SERÁ ESE CALAVERA ROJA? ME PARECE QUE SE VA A SACAR LA CARA COMO EN SCOOBY DOO Y VA A SER CALAVERA ROJA, EH"



(Al final)



- "VISTE? ERA COMO YO DECÍA"


Una vez más, salí esquivando dardos venenosos del cine y emprendí el camino a casa. Los pedidos de que deje de spoilearle cosas a la gente, entran por un oído y salen en un pedo, como de costumbre.



No sin antes que me pasearan por todas las jugueterías con comentarios passive-agressives y psicología inversa para que le comprara juguetes.

El niño se arranca del shopping y llegamos a casa.



Para mi sorpresa, el departamento había montado una civilización entera, gozaban de una democracia, emitían moneda propia y habían creado un dios del caos y la basura. Lo llamaron: Almighty Makai (también conocido como "Marcelo Rivera").



Por votación, me comunicaron que era imposible ganarles el territorio antes que llegara la gente, y entonces nació la idea: iríamos a comer a La Farola de Belgrano y luego a pasar la noche a Wrangler's (Cuyo nombre cambiaré en este update cuando haya prescripto su delito en digamos... agosto de 2014, por pijas), donde jugaríamos pool, juegos de mesa, dardos, al teto y a la canasta degustando la más fina pastelería.



Se enviaron las comunicaciones pertinentes, hubo quórum y hacía allí nos emprendimos, yo en mi mini pollera que no me dejaba respirar y Makai con sus zapatos con aeroventilas.





ESA NOCHE: LA FAROLA


A mitad de camino, dejo en claro que quien llegara último y por su calidad de "homosensual", iba a hacerse cargo del café. Ayax y Mariela Durante con la boca de Rodrigo Ferre venían compitiendo para ver quien llegaba primero.


Al llegar nos encontramos con una importante espera por una mesa y cuando finalmente la obtenemos, entra Ayax. A los 5 minutos, Durante y Ferré. La primera puteando por haber perdido.

Me entrega una bombacha, le entrego una remera Psicofxp y una vez ambas abochornadas, nos disponemos a ordenar.



Acá es cuando comenzaron a bardearme por no comer como una morsa privada de su libertad y con un problema de ansiedad y tiroides.

Dado que hoy cumplo mi día número CUATRO sin romper la dieta (lo que es un verdadero record mundial. Ni cuando mi vida dependía de ello llegué a esto), pretendían quebrar mi voluntad. Todo para evitar que me vuelva más bella que ellos y naturalmente, su líder.

Escapa a mí por que no me querrían presidenciando sus vidas, pero bueno, la plebe nunca sabe lo que realmente necesita.



El mozo se aproxima y atestigua como cuatro individuos quieren compartir una sola milanesa, pero todos la quieren distinta.

Una linda analogía para definir la democracia (?).



Finalmente, Ayax y Marcelo se ponen de acuerdo y se piden una milanesa de ternera a los 4 quesos.

Como este último la termino poniendo igual ese día, sigue siendo un misterio para la comunidad médica y veterinaria.



Por otro lado, Durante y Ferre luchaban con el menú.

Pedían milanesas que no existían, hablaban de la no existencia de platos que si. El mozo le indicaba, cual GPS humano, a donde mirar en la hoja, solo para que Durante mirara lo más lejos posible de donde se le indicaba. El mozo con total paciencia volvía a señalarle verbalmente en forma repetitiva, solo para que Mariela se pusiera a buscar el plato del día en el Olé de hace dos jueves atrás.

El mozo se da cuenta que así no llega a ningún lado y pela el dedo índice con el cual le SEÑALA hacia dónde mirar, solo para que Mariela le diera un sermón de que la constelación de Andrómeda no constituía un gusto de milapizza.

Luego del grito grupal indicándole menos amablemente donde estaba lo que estaba buscando, lo encuentra, derriba el mito de las rubias para convertirlo en una realidad, la comida llega y comenzamos a enviarla a nuestras caderas de un bocado a la vez.



Sin mayores altibajos que el intento masivo de tentarme con comida hipercalórica, la cena llegó a su fin. Básicamente porque a Ayax se le había roto la última cuerda de su violín y porque Durante y yo, no estamos hechas para dar consejos claramente.

No sé por qué los piden en primer lugar. Nos ven como las figuras simbólicas del éxito? Vieron la boca de Ferré? Vieron la pelada de Rivera? Yo no termino de entender.



En fin, procedemos al pago y para ser justas, me preocupada mucho. La Farola tiene una tendencia importantísima a equivocarse con la cuenta y si algo me rompe soberanamente las pelotas es hacer las cuentas. Tener que hacerlas varias veces solo amplifica mi malhumor posterior.



Luego de que Ayax proponga tomarnos un taxi por seis cuadras, llegamos a nuestro último destino de la noche: Wrangler's.


WRANGLER'S:

Este pintoresco lugar, siempre fue conocido por traer alegría y horas y horas de juegos a nuestras vidas.
Pool, dardos, juegos de mesa, charlas infinitas y por qué no, buenos tragos.


Subimos esas conocidas escaleras hacia el primer piso y nos encontramos con un lugar sin mucha gente, un poco apagado pero en una situación entendible por el horario. El salón que usualmente usamos estaba ahora cerrado por una puerta con una especie de cerramiento comprado en Easy y puesto ahí con cinta scotch, una clip y un chicle. Probablemente instalado por McGyver.



Las mesas estaban en una posición incómoda y en ninguna entrabamos, motivo por el cual preguntamos si podíamos pasar al salón del fondo. La respuesta fue no positiva, el motivo, "todavía no había tanta gente".

Mi vejiga hizo su usual e inoportuno llamado, dejé la campera y me fui al baño, donde me entretuve posando en el espejo haciendo trompitas y tirando besitos mariposa al aire (lo que se esperaba de mi) y haciendo conejitos con los dedos proyectado la sombra pertinente, cuando las mujeres no me veían.

A lo lejos escucho unos gritos inconfundibles. Alguien pidiendo un Libro de Quejas.



No hacía falta imaginar quien podía hacer, claramente había dejado a mi clon a la guarda de un par de mesas.



Aparentemente, en mi ausencia habían ocurrido ultrajantes hechos como el pedirles que corrieran la mesa DOS veces.

El problema no fue el pedido, sino el tono prepotente, agresivo y mal educado con el que fue solicitado. Por consiguiente, Mariela Durante decidió tomar su abrigo y anunciar a los gritos que ese lugar no cumplía con sus expectativas y estaba en sus planes inmediatos, retirarse.

Pidió el libro de quejas y se lo negaron.



Fue mi Q para entrar.



Me apersono a la caja donde las escucho discutir. La rubia pide por la encargada y la cajera dice serlo. Ante la insistencia de que le entreguen el libro, la cajera le dice con sobrante aire que no tenía por qué hacerlo.

Algo que no le decís a alguien a punto de enchaparse. Mucho menos a una Durante.

En términos poco amables, se le "educa" a la señorita de pocos dientes que era su obligación legal el contar con uno y por ello, se le solicita que se exponga la habilitación y se le provea de la dirección exacta del lugar por escrito.

La cajera, incapaz de computar semejante lenguaje técnico, entendió que le estaban solicitando la dirección de su casa, a lo que replicaba "por que te voy a dar mi dirección a vos que no te conozco".

En fin, el teléfono descompuesto no llegaba nunca a su fin.



Siendo claro que no nos íbamos a quedar, miro a mi alrededor en búsqueda de lo obvio. Me tomó 1 segundo y medio encontrar lo que necesitaba para ponerle fin a la situación. Por ello desenfundo mi celular, saco una foto de un cliente tomando una cerveza y digo calmadamente "Listo. Están vendiendo bebidas alcohólicas en plena veda electoral", retirándonos del local sin decir más.



Finalmente, pudimos ver que si existía el libro de quejas ya que mientras recolectaba material fotográfico del delito, cambiaron de parecer y lo proveyeron.



Tarde.



"La banda de los malosos de Durante" (si, a partir de hoy es nuestro nuevo nombre. Ese, "Durante, la pistolera más rápida del Oeste. Y del Sur. Y del Norte. Pero Sobretodo de Capital" o "Perra Rabiosa Durante y sus Durantitos"), salimos caminando por Juramento como si nos estuviese filmando Tarantino en la búsqueda de una nueva batisede para la noche.




Lamentablemente, todo estaba cerrado o a punto de cerrar. Al parecer, la noche estaba en pañales, pero se había cagado y había que volver a casa para un cambio.



Luego de que decidiéramos discontinuar la velada, cada uno toma su camino a su hogar. Yo, en taxi, porque soy una burguesita de ciudad. Pero Ferre y Durante volvieron sobre sus pasos obligadamente volviendo a pasar por el bendito pub.



Grata sorpresa fue ver que habían rajado a los clientes, apagado las luces, cerrado las puertas mientras los clientes querían ingresar sin éxito.



Si decidieron cerrar el establecimiento por miedo a la amenaza de la denuncia por la violación de la veda o por la amenaza del regreso de Mariela Durante, será para siempre un misterio infinito.



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